CONOCE A LAS SOCIAS

Hace años con un grupo de amigos de Badalona salió la idea de impulsar una vivienda cooperativa, puesto que nos encajaba la idea de vivir en comunidad. Creamos un grupo y estuvimos meses reuniéndonos. Cuando buscábamos asesoramiento, miramos las opcions que había y decidimos que no queríamos hacer nuestro proyecto cooperativo propio atomizado, sino que nos encajaba el modelo de Sostre Cívic. Todas nos hicimos socias y creamos un grupo de semilla. Más adelante, nuestro proyecto y el grupo murieron, pero yo me he mantenido como socia expectante.

Es un modelo que no es especulativo, que entiende la vivienda como un derecho y que apuesta por los espacios comunitarios, por poder hacer vecindario y por compartir una vida en comunidad más allá de lo que te marca la sociedad: juntarte con una pareja, crear un núcleo entre dos personas, tener hijos y construir una familia… En ese momento a mí esto no me encajaba y, de hecho, tampoco me encaja ahora. La opción de la vivienda cooperativa es como la que siempre había imaginado realidad.

Dentro de la estructura interna de Sostre Cívic salió la voluntad de poner en marcha un protocolo y pidieron quién quería implicarse voluntariamente. En ese momento creo estaba estudiando el Postgrado de Género e Igualdad y pensé que era mi oportunidad de aportar los conocimientos que tenía a este proyecto.

Presentación y aprobación del protocolo en la Asamblea General de 2023

Se creó un grupo impulsor, formado por representantes de las diferentes almas de Sostre Cívic: las socias trabajadoras, las socias expectantes, las socias convivientes… Y desde la cooperativa La Esberla nos han asesorado y acompañado dinamizando las sesiones. Esto ha permitido reunir la visión de las diferentes realidades existentes dentro de Sostre Cívic, cada uno ha aportado cosas distintas y hemos podido extraer una visión global que ha sido muy interesante.

El protocolo ha sido la constatación de una realidad que ya sabes o que ya intuyes que existe. La realidad es que vivimos en una sociedad machista y que las violencias y actitudes machistas están sucediendo. Por eso, es muy necesario disponer de un protocolo que nos dé herramientas que nos permitan sensibilizarnos, poner nombres a las violencias y actuar. Que te corten en una reunión, la repartición desigual de las tareas, que tu opinión no cuente, las bromas sexistas… Todas estas cosas son violencias y es necesario disponer de un protocolo para afrontarlas.

Cabe señalarlo. Si no se dice que la mayoría de las personas que se dedican a realizar las tareas de cuidados son mujeres y que hay unos roles de género y estereotipos que determinan nuestra percepción y la forma en que actuamos, la gente seguirá pensando que todo está bien . Por eso, lo primero que debe hacer este protocolo es visibilizar estas situaciones, ya sea a partir de entrevistas y encuestas oa través de las comisiones de convivencia o de cuidados. Después, se debe hacer un trabajo de concienciación y de reflexión en torno a esto, para que las personas que no tienen costumbre de asumir este tipo de tareas de cuidados puedan empezar a hacerse cargo y vean todo lo que les puede reportar. Probablemente, no ocurra de forma natural, así que se tendrán que acordar medidas específicas teniendo en cuenta las peculiaridades de cada caso. Hay que cambiar los modos interna de hacer y procesos como éste enriquecen todo el grupo: tanto a aquellas personas que se dan cuenta y acaban asumiendo tareas que no hacían como a las que sueltan tareas que hacían por inercia.

Socias convivientes de Clau Mestra · Fotografía de Milena Villalba

Muchas violencias machistas se dan en los hogares y Sostre Cívic es una cooperativa de vivienda, entonces, de ahí una de las necesidades de dotarse de un protocolo. El protocolo, aparte de la parte de prevención, tiene la parte del abordaje y, si alguien lo activa por el motivo que sea, hay una serie de pasos que debemos dar con celeridad para llegar a una conclusión. También estamos estableciendo dentro de cada proyecto una persona de referencia que sea el enlace con la comisión del protocolo, y será con ella con la que veremos cómo incidimos en cada espacio.

Por lo que respecta a la prevención, es importante que la cooperativa emita un mensaje contundente dejando claro que este tipo de actitudes no se tolerarán. También debe incluirse en los documentos de bienvenida, comunicarlo a las redes sociales e incorporar a la web un apartado donde la entidad se posicione ante ello. Además, el protocolo establece la creación de figuras en cada proyecto, que no sólo hagan de enlace con la comisión del protocolo, sino también puedan ser referentes en temas de género. También se han planteado formaciones y talleres de sensibilización. Poco a poco debemos ir explicando a qué nos referimos cuando hablamos de violencias machistas y LGTBIQ-fóbicas, en las que pueden traducirse en el día a día, con el objetivo de que la gente pueda decir “eso que yo tenía muy naturalizado aquí está pasando oa mí me ha pasado”. En los espacios de ocio que encontramos en las viviendas deben colgarse carteles que recuerden que hay que respetar a las compañeras y que no se tolerarán ciertas actitudes. También se pueden pasar encuestas y realizar asambleas o encuentros para saber cómo se está sintiendo la gente en estos espacios y poder detectar cosas que están pasando desapercibidas.

Por el momento no, pero todavía estamos mucho al inicio. Ahora todo es perfecto porque todos estamos de acuerdo, rechazamos las violencias machistas, hemos elaborado un protocolo y tenemos un grupo de gente que se dedica… Seguramente las resistencias vendrán cuando empecemos a ir a los espacios, señalamos situaciones concretas y ponemos nombres y apellidos.

Pasar del papel a la acción. Es lo que ocurre en cualquier política de género. Cuando ejecutas e implementas salen las resistencias y aquí es dónde se verá hasta qué punto el compromiso es real y efectivo.

En la web hay un apartado específico con un formulario y un e-mail donde puedes comunicar lo que consideres conveniente. También puedes hacer una consulta si no sabes si es necesario actuar o no ante lo que has visto o vivido. Además, puede denunciarse verbalmente. Una vez que estén establecidas las personas de referencia de cada proyecto, si lo quieres, podrás acudir a ella. En La Interna (la intranet de las socias) también aparecen los nombres y contactos de las personas que formamos la comisión y puedes comunicarte personalmente con ellos si te genera más confianza.