16.07.2021

La Balma, un edificio 100% cooperativo, se llena de vida

El proyecto de La Balma es el primero en inaugurarse del concurso de solares municipales impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona en 2016

Las obras han ido de mano de La Constructiva, la primera constructora cooperativa y de la Economía Social y Solidaria de Cataluña

Es el primer proyecto de vivienda cooperativa en incluir un programa de inclusión social para dos jóvenes extutelados


La vivienda cooperativa en cesión de uso sigue creciendo en Barcelona con la inauguración de La Balma, en la calle Espronceda 131-135 (Poblenou) uno de nuestros proyectos de la cooperativa que ayer jueves entregó llaves a sus socias. Es el primer proyecto de obra nueva de Sostre Cívic, que por este y futuros proyectos constituyó La Constructiva, la primera cooperativa orientada a la construcción de viviendas cooperativas, con el objetivo de favorecer la economía social promoviendo la construcción ética, social y sostenible.

También este es el primer proyecto que termina las obras en un solar municipal de entre todos los adjudicados por el Ayuntamiento en 2016, en el primer concurso público convocado por el consistorio destinado a promover la covivienda, después de las primeras experiencias en Ciutat Vella con Princesa49 y en Sants con La Borda. En total, en Barcelona, ​​entre las promociones finalizadas y las que se encuentran en fases iniciales, existen 16 promociones de vivienda cooperativa en suelo municipal y con el apoyo del Ayuntamiento, que suman un total de 422 viviendas, lo que significa un hogar fuera de mercado y no especulativo para más de 1.000 personas.

En el edificio de La Balma, de cinco plantas, ya viven una treintena de socias de la cooperativa en veinte viviendas de distintas tipologías, entre 50 y 80 m2. Las viviendas reducen su superficie para poner en común servicios como lavandería, estudio, habitaciones de invitados o trasteros, permitiendo así una vida comunitaria que supone tanto un ahorro económico como una ganancia de superficie útil y calidad de vida. Para entrar a vivir cada unidad de convivencia ha tenido que realizar una aportación de capital inicial retornable que oscila entre los 28.000 y 38.000 €. Las cuotas mensuales, que incluyen servicios y suministro, van de los 512 hasta los 800€ por vivienda. Unos precios muy por debajo de la media del precio de mercado actual en la ciudad de Barcelona, dado que el modelo de vivienda cooperativa en cesión de uso elimina el afán de lucro.

Vida comunitaria con inclusión social

Abdel, uno de los dos jóvenes extutelados del programa de inclusión de La Balma, entrando en su casa.

Los vecinos y vecinas de La Balma son un grupo heterogéneo e intergeneracional con muy diversas tipologías familiares. A esta diversidad del grupo se suma un proyecto de inclusión social pionero en el movimiento de la vivienda cooperativa catalana: una de las viviendas estará destinada a dos jóvenes extutelados. Dentro de un programa conjunto con Punt de Referència, entidad que trabaja para favorecer la emancipación de esta juventud en situación de vulnerabilidad, y financiada por el Proyecto Libres (Coop57, Òmnium Cultural y ECAS) dos jóvenes extutelados compartirán vivienda. Además, han participado de todo el proceso de diseño del proyecto y participarán de la gestión democrática del edificio. Se trata, por Sostre Cívic, de un paso más para poder incorporar a personas en situación de especial vulnerabilidad a sus proyectos y conseguir que el modelo de vivienda cooperativa en cesión de uso dé también respuesta al acceso y el derecho a la vivienda de éstos colectivos.

📋 Proyecto Libres: Primer “hogar cooperativo” para jóvenes extutelados, un ejemplo de inclusión

Acto de entrega de claves

La tarde del jueves 15 de julio, hemos entregado las llaves de las viviendas a sus socios y socias, en un acto frente al edificio donde ha participado la alcaldesa de Barcelona Ada Colau y el Secretario de Vivienda e Inclusión Social de la Generalitat Carlos Sala, en el que ha sido su primer acto público desde que fue nombrado al nuevo cargo. En sus parlamentos, la Alcaldesa ha querido reivindicar las políticas municipales de vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, ​​siendo hoy la administración que más vivienda pública está haciendo en todo el estado, pero subrayando que "solas no podemos, y lo queremos hacer en alianza con cooperativas que llevan años luchando y trabajando para garantizar el derecho a la vivienda con un modelo que ya es demostrable que es un éxito”. Mientras que el representante de la Generalitat ha destacado que "la diversificación de las fórmulas de acceso alternativo a una vivienda, más allá de la compraventa y el alquiler, será fundamental en el futuro para satisfacer este derecho fundamental básico"

Entre los parlamentos también ha participado en Guillem Llorens, presidente Confederación de Cooperativas de Cataluña, y la Sonia Molina, directora de la delegación en Barcelona de Fiare Banca Ètica, entidad que ha financiado el proyecto. Llorens ha destacado la trayectoria de Sostre Cívic dentro del cooperativismo catalán "para conseguir que un nuevo modelo productivo y reproductivo, basado en la sostenibilidad y los cuidados, llegue también a la vivienda". La directora de Fiare ha recordado que la banca ética nació para apoyar iniciativas que tienen un buen impacto social y medioambiental, y "queremos seguir trabajando incentivando proyectos que promueven la transformación social"

Por parte de Sostre Cívic, nuestro presidente Carlos Alcoba ha mencionado que el edificio de La Balma "dice mucho y podemos estar bien orgullosos del cooperativismo y de la Economía Social y Solidaria de nuestro país que demuestra que si queremos, y nos dejan, somos capaces de levantar edificios". El acto lo han cerrado las vecinas de La Balma Sil Bel i Maria Badia, en representación del todo el grupo, que antes de entrar en el edificio han querido compartir un texto muy poético sobre el modelo de convivencia que justo ahora pueden empezar "para romper con el hiperindividualismo y conjugar respetuosamente intimidad y comunidad"

Sostenibilidad y eficiencia energética

Estructura de madera del edificio de La Balma, durante las obras de 2019

El cooperativismo de vivienda en Cataluña es pionero en la promoción de edificios plurifamiliares ecológicos y de mínima demanda energética. El material que se ha utilizado en La Balma es principalmente la madera, pero también la arcilla para climatizar con paneles radiantes, a fin de sacar el máximo rendimiento al sistema de geotermia. Todos ellos son materiales biodegradables y de baja huella ecológica, ya que su producción, transporte y reciclaje comporta muy pocas emisiones de CO₂. El edificio tiene una calificación energética A, implantando estrategias activas y pasivas para conseguir una reducción de la demanda energética, el ahorro en los consumos y la gestión colectiva de la producción de energía.

La culminación del proyecto de La Balma consolida el compromiso del cooperativismo de vivienda con la innovación social y medioambiental, que en 2018 ya fue capaz de promover el edificio de La Borda, en el barrio de la Bordeta de Barcelona (con 7 plantas, también de madera) y Cirerers, en el barrio de Roquetes (8 plantas de madera, siendo el edificio de este material más alto del estado) actualmente en construcción.

La vivienda cooperativa: un impulso por el mercado social catalán

Foto del vecindario de La Balma en la azotea del edificio con representantes de todas las entidades, administraciones y empresas de la economía social y solidaria que han hecho posible el proyecto.

El modelo de vivienda cooperativa en cesión de uso pretende transformar el mercado inmobiliario promoviendo nuevas formas de convivencia más comunitarias y evitando la especulación, dado que la propiedad colectiva de las viviendas imposibilita el lucro individual a partir del alquiler o venta de la vivienda. Gracias a su dimensión, sus promociones impactan en muchos ámbitos de la economía social y solidaria contribuyendo así a crear un auténtico mercado social catalán, que pueda resolver todas las necesidades sin pasar por la economía capitalista.

Con esa idea nació, La Constructiva, pero la práctica totalidad de las empresas que han colaborado para hacer realidad La Balma son cooperativas de la Economía Social y Solidaria: las cooperativas de arquitectos Lacol i La Boqueria han llevado a cabo los proyectos básico y ejecutivo con la participación del mismo grupo de vecinas, Arkenova i Sociedad Orgánica se han encargado de las instalaciones y de la estrategia medioambiental, Arç de los seguros del edificio y obras, Matriu del acompañamiento grupal, el Col·lectiu Ronda del asesoramiento legal, Gestió Integral del apoyo en el ámbito económico y fiscal, y todo gracias a la financiación otorgada por Fiare Banca Ètica

📰 Sostre Crític: La Balma, el aval del trabajo bien hecho de La Constructiva