Avanzamos en la elaboración del Protocolo contra las violencias machistas y LGBT-fóbicas de Sostre Cívic antes de su aprobación en la Asamblea de junio.

El Protocolo ha supuesto un reto para una organización con más de 1.100 personas socias y comprende todas las tipologías de participación: trabajo, convivencia y participación.

La diagnosis detecta que las tareas de las mujeres son invisibilizadas y que se escucha más si adoptan roles masculinizados. 

Ayer, 8 de març, Sostre Cívic lo hemos vivido de una forma muy especial. Con un numeroso grupo de mujeres de las diferentes cooperativas que forman parte de ECOS hicimos huelga feminista y, en vez de trabajar, nos encontramos para celebrarnos. Comimos juntas y tuvimos tiempo para conversar tranquilamente en un entorno de sororidad y elaboramos nuestras pancartas reivindicativas antes de salir hacia la manifestación. Fuimos un grupo diverso e intergeneracional formado por más de sesenta mujeres, algunas de las cuales vinieron con sus criaturas. Entre las consignas, “Patriarcado y capital, alianza criminal”; "Por los derechos de todas, feminismo de base" y "Un mundo feminista es un mundo cooperativista!".

Pero como, para nosotros todos los días es 8 de març, nos gusta explicar lo que estamos haciendo para luchar contra el patriarcado en nuestra organización día a día. A Sostre Cívic trabajamos para promover un modelo de vivienda cuyos principios y valores buscan la transformación social hacia una sociedad más justa e igualitaria. Pero, sin embargo, no somos ajenas a la realidad: vivimos en una sociedad con relaciones de poder y privilegios desiguales que, a menudo, se manifiestan en violencias machistas de forma física, económica o psicológica. Estas agresiones sexuales las cometen mayoritariamente hombres que tienen vínculos previos con las víctimas, y las viviendas son los espacios donde se cometen la mayoría. La Sostre Cívic estamos construyendo precisamente espacios colectivos, espacios relacionales y de vínculo en torno a la vivienda. Y, por tanto, queremos que estos espacios sean seguros para todos. 

Por este motivo, tal y como ya anunciamos en septiembre, Sostre Cívic estamos inmersas en la elaboración de nuestro Protocolo para la prevención, detección y abordaje de los casos de violencias machistas. Éste nos permitirá actuar en la detección y el abordaje de las violencias machistas y LGBT-fóbicas en la cooperativa. El proceso se puso en marcha el pasado julio con la creación del grupo motor, y ya estamos en la fase final elaborando el documento final que se explicará a un próximo encuentro de socias el próximo 6 de mayo, antes de llevarlo a aprobación en la próxima Asamblea General Ordinaria del mes de junio.

Por tanto, estamos culminando un trabajo de todo un año que tendrá un alcance a largo plazo. El objetivo es estimular unos valores en el conjunto de la cooperativa basados ​​en el respeto mutuo, de inclusión de la diversidad y de rechazo a las violencias machistas. Pero también de promover la visibilización de las personas que tienen menos privilegios para poder denunciar casos de acoso, y de ofrecer herramientas y formación para que aquellas que más tienen, se cuestionen sus actuaciones vinculadas con el ejercicio de la violencia y las agresiones.

Un protocolo de aplicación integral: convivencia, participación y trabajo

Elaborar un protocolo de este tipo por una cooperativa como la nuestra no es fácil, y supone todo un reto. Sostre Cívic tiene, por ahora, una base social de 1.130 personas socias, de las que 123 son usuarias en proyectos que ya están en convivencia, y un equipo laboral de 17 personas. El protocolo que estamos elaborando abarcará todo el entorno cooperativo, es decir, tiene en cuenta todo este conjunto de socias:

• En las socias convivientes, teniendo en cuenta la dimensión comunitaria donde estas socias y socios conviven.
• En las socias expectantes, teniendo presente que, aunque no vivan en ningún proyecto de vivienda cooperativa, comparten espacios, encuentros, formaciones y asambleas con todo el conjunto de socias y trabajadoras de la cooperativa.
• En las trabajadoras de Sostre Cívic, las cuales comparten equipo y espacio de trabajo de forma habitual.

En el marco de despliegue de las acciones del Protocolo, en los últimos meses hemos realizado diversas sesiones formativas y de diagnosis entre socias y trabajadoras de Sostre Cívic. Como es habitual en todos los espacios socialmente activos dentro del sistema patriarcal, también dentro de nuestra organización hemos identificado cómo los machismos y LGBTIQ-fobias cotidianas están presentes en nuestro día a día. 

Los machismos sutiles están presentes en nuestras dinámicas relacionales. Éstos son identificados habitualmente con situaciones de predominio de las voces masculinas, cortes de palabra o con la visibilización de los hombres en la toma de decisiones y durante las diferentes sesiones de participación. También hemos detectado agresiones verbales o bromas machistas a los grupos de mensajería, y uno reparto desigual de las tareas a los proyectos de vivienda cooperativa. Las tareas más masculinizadas son en aquellas actividades más conducidas hacia la acción, y donde encontramos menos participación de hombres cis son en aquellas de orientación más reproductiva que tienen en cuenta los cuidados. En la convivencia cotidiana, las mujeres se muestran más comprometidas en las tareas de limpieza, están más presentes en los espacios de participación, la dinamización de las relaciones y la resolución de conflictos. Cabe destacar que, de forma generalizada, todas las socias y trabajadoras que han participado de la diagnosis han identificado cómo, si adoptan dinámicas masculinizadas, son más escuchadas en los espacios de toma de decisiones. 

Éstos son sólo algunos ejemplos de todo lo que hemos identificado. Para poder abordarlo, el Protocolo define un conjunto de acciones de prevención que quieren incidir en todos los elementos de la diagnosis realizada. Sin embargo, más allá de la prevención, también se establecen qué circuitos y canales existirán con la implementación del Protocolo para poder denunciar internamente casos de agresiones y violencias machistas. Tendremos un espacio seguro, herramientas y formación para poder abordar estos casos y aplicar las medidas necesarias.

Más allá de todo esto, hay que agradecer que la elaboración del protocolo ha sido posible gracias a la implicación de seis socias de la cooperativa que han formado parte del grupo motor, de la cuarentena de socias participantes en las sesiones formativas y de diagnosis, que demuestra que son una cooperativa muy viva e implicada en todos los aspectos globales que giran en torno a la vivienda. Y, por supuesto, cabe mencionar el apoyo de la cooperativa La Esberla, entidad especializada en acompañar procesos de transformación interna de las organizaciones, que nos está acompañando en el proceso de elaboración y redacción. Juntas somos más fuertes, y juntas construiremos un Sostre Cívic libre de agresiones machistas, para garantizar el derecho a una vivienda digna por todas.

Objetivos del Protocolo contra las violencias machistas

1. Hacer de Sostre Cívic una cooperativa comprometida con la erradicación de las violencias machistas y LGBTIQ-fóbicas
2. Garantizar que los proyectos de vivienda cooperativa en cesión de uso y el entorno laboral y cooperativo de Sostre Cívic sean un espacio seguro para mujeres y personas LGBTIQ+.
3. Informar, formar y sensibilizar sobre las violencias machistas y LGBTIQ-fóbicas y la herramienta del Protocolo a todas las personas socias de Sostre Cívic.
4. Disponer del procedimiento de intervención y acompañamiento para atender y resolver estas situaciones con la máxima celeridad y dentro de los plazos que establece el protocolo.
5. Dotarse de un mecanismo para trabajar los machismos y LGBTIQ-fobias cotidianas de forma más cercana y aterrizada a las necesidades de los proyectos.
6. Dar un impulso a las comisiones de cuidados y convivencia de los proyectos de vivienda cooperativa especialmente en lo que se refiere al compromiso con el protocolo y el conocimiento de sus especificidades.
7. Enredar a las mujeres y personas LGBTIQ+ socias de Sostre Cívic ya todas las personas que quieran implicarse activamente en la erradicación de las violencias machistas y LGBTIQ-fóbicas.
8. Dotarse de órganos que garanticen un seguimiento y evaluación del Protocolo y su adaptación a las situaciones que se identifiquen.